Campeonato de Europa de Coursing 2011 de Oirschot: Un Campeonato con obstáculos
Nuevamente el Campeonato de Europa de Coursing batió records. En la competición
de este año celebrada en Oirschot, cerca de Eindhoven, se inscribieron en total
697 perros, sin tomarse en cuenta los perros de reserva. Si se suman estos 140 perros,
se supera un total de participantes de más de 800 perros, procedentes de un total
de 17 naciones, teniendo así un aumento de más del 10% con respecto al campeonato
del año pasado celebrado en Chardonnay. ¿A dónde nos lleva esta tendencia? ¿Quién
puede ofrecer suficiente espacio para todos esos participantes? Y, sobre todo, ¿quién
puede garantizar un desarrollo ordenado de este tipo de grandes eventos?
En todos los casos, los organizadores holandeses tuvieron problemas con esta situación.
Pues, el sábado, primer día de la competición, la entrega de premios empezó después
de las 10 de la noche y se alargó hasta más tarde que medianoche en medio de una
lluvia torrencial. En resumen, una desconsideración para todos los participantes
y para una buena parte de los funcionarios, que no podían hacer nada para solucionar
ese caos. Además, no había iluminación y el escenario sólo estaba débilmente iluminado
por los faros de tres coches.
Pero, en Oirschot, en la propriedad Baest, en cuyos terrenos se celebraron las pruebas
de galgos, hubo también momentos muy positivos. Así, en los tres recorridos, que
se extendían respectivamente sobre tres prados llanos de un kilómetro de longitud,
no se notó ningún tipo de desorganización. Aquí todo salió a pedir de boca: casi
ninguna rotura de cuerda, rápida colocación de las cacerías, ágil desarrollo de
las carreras. El espectáculo ha sido divertido e interesante, máxime teniendo en
cuenta que las carreras fueron muy rápidas, ya que los perros se entregaron totalmente
a la prueba. En los bien marcados recintos se combinaron rectas largas, que comenzaban
desde la salida y se prolongaban hasta más de 100 metros, con curvas cerradas, lo
cual constituyó todo un gran desafío, que sólo los perros en buena condición física
pudieron aceptar. Esto fue evidente sobre todo al final de la segunda vuelta. Pues,
por la tarde, muchos perros que habían podido colocarse en el primer tercio de los
participantes en la carrera de la mañana, finalizaron con un trote cansado a pesar
de haber empezado con largos y enérgicos movimientos. Por eso sólo se clasificaron
los competidores, quienes, en el segundo kilómetro de la carrera, pudieron hacer
valer sus cualidades físicas. También fue hermoso contemplar cómo muchos espectadores
dedicaron un sonado aplauso a los participantes.
Lamentablemente los jueces del recorrido no tenían donde refugiarse de la lluvia,
por lo que las hojas de juzgamiento se empaparon, quedando casi ilegibles. De este
modo, las últimas carreras concluyeron a las 21 horas, viéndose así que era imposible
hacer una entrega de premios antes de las 10 de la noche.
© Marina Franz
El segundo día en Secretaría se esperaban las informaciones de los jefes de equipo,
que tenían que proporcionar detalles sobre los perros listos para participar. Las
listas de participantes pudieron finalizarse más temprano. Una vez más, los perros
fueron excelentes y el campeonato se terminó de forma positiva.
Sea lo que sea, los organizadores, es decir la Osse Windhonden-Ren-Vereniging’t
Haasje (OWRV), el Windhonden-Vereniging Coursing Nienoord/Leek (WVCNL), así como
el Windhund Rennverein Amsterdam (WAR) hicieron un trabajo excelente.
© Marina Franz
En definitiva, del Campeonato de Europa de Oirschot han quedado dos impresiones
totalmente antagónicas. Por una parte, un desarrollo muy limpio de los tres recorridos
del campeonato con un juzaminento correcto de los perros. Por otro lado, fue decepcionante
tener que aguantar algunos fallos intolerables de la organización. Los holandeses
tienen que aprender de todo esto, pero también aquellos que en lo venidero deseen
organizar un Campeonato de Europa.
© Marina Franz
Gerhard Franz